Serán tres sesiones concentradas en dos horas. Seis descansos de diez minutos y nueve proyecciones con once films cada una presenciados por una media de setenta espectadores al día. Elektrozine continúa aportando números, calidad y conocimientos a los ciudadanos de Eivissa que, esta vez, poseen una condición en común: ser estudiantes de secundaria. Algunos, como David, era la primera vez que contemplaban un film «tan corto pero mucho más real que los largometrajes», aunque la mayoría eran veteranos.

Cinco centros de enseñanza de la isla son los protagonistas, desde el martes, de pases especiales para los alumnos de los cortos incluidos en la competición oficial en lo que intenta ser «la formación o incitación de una nueva cantera propia de aquí», apuntaba el responsable de la edición, Fernando Monge. «Se trata de acercar el festival a la gente -continúa- de hacer partícipes al futuro de Eivissa».

El año pasado se realizó una experiencia similar aunque en fechas coincidentes a la del certamen. Esta vez, el hecho de que el calendario escolar contemplara las vacaciones de Semana Santa, impidió que la ejecución fuese paralela y se pospuso una semana después. La selección de los vídeos y películas ha sido hecha por un grupo de profesores y alumnos que calificaron «El canto de un duro», «Sin sostén», «Casa Paco», «El nombre del juego», «Stop racismo», «Un reflejo en ámbar», «Siguiente», «Pasajera», «Protesta», «Pulgarcito ya no sueña con ser Gulliver» y «Contigo camino pensando» como los más idóneos de cara a la formación de los jóvenes de 16 y 17 años.

· N. I.