R. BELTRÀN A pesar de que el día comenzó un poco nublado, la fiesta de la Cruz Roja no se vio desmerecida . Una cincuentena de niños acudieron ayer al parque acuático Aqualandia para colaborar con esta causa altruista, así como para disfrutar de las atracciones de esta instalación. La Asamblea Insular de la Cruz Roja de las Pitiüses organizó una jornada festiva con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a la labor de esta organización solidaria.

Así, los asistentes a este evento también pudieron colaborar con una pequeña aportación monetaria para comprar boletos de una rifa en la que sorteaban todo tipo de objetos, desde botellas de las populares hierbas ibicencas, hasta muñecas. La fiesta comenzó a las diez de la mañana y tenía previsto acabar alrededor de las seis de la tarde. Asimismo, la banda de música deleitó a todos los presentes con su música a la una del mediodía.

Así, los niños pudieron pasar un día de Santa Maria de lo más festivo. Decenas de pequeños se agolpaban en los toboganes, mientras los miembros del personal de la Cruz Roja vigilaban atentos para que no se produjese en ningún momento una escena de peligro. Voluntarios de esta organización de carácter internacional se repartían entre las diferentes piscinas del parque acuático atentos a que ningún niño sufriera ninguna lesión. Los participantes de esta divertida fiesta estuvieron casi toda la jornada practicando juegos en el agua y tirándose por los diferentes toboganes. Así, los más pequeños del grupo contaban con la mirada de algún adulto mientras chapoteaban en la piscina.

Sin duda, una de las atracciones que pronto se postuló como la favorita fue un tobogán al cual se tiraban los niños subidos en unos flotadores redondos gigantes. Los pequeños formaban colas para tirarse en grupo cogidos de la mano de tal forma que la caída en la piscina les hacía girar sobre esta rueda.