A pesar de que el verano da estos días sus últimos coletazos, y aunque para muchos haya parecido muy caluroso, los datos transmitidos desde el Centro Meteorológico de Balears lo desmienten. De hecho, los meses de julio y agosto han sido menos calurosos que en los dos veranos anteriores, aunque sí que en días aislados se registraron elevadas temperaturas. Según afirmó el jefe de sección de estudios de desarrollo del Centro Meteorológico de Balears, José Antonio Guijarro, las temperaturas máximas fueron los 36'6 C0 registrados el 3 de julio, y los 36'3 C0 del día 25 de agosto.

Las mínimas más altas, culpables de que muchos no hayamos podido pegar ojo durante más de una noche, sí fueron importantes. En el mes de julio la mínima más alta fue de 24'6 C0 del 3 de julio, y los 26'5 C0 del día 26 de agosto, coincidiendo con los días más calurosos.

En lo que respecta a la humedad ambiental, Guijarro manifestó que «en un principio mantuvo los niveles de temporadas anteriores», una incidencia que es consecuencia directa de la insularidad, ya que los vientos que afectan a Eivissa y Formentera proceden siempre del mar.

José Antonio Guijarro comentó asimismo que en los últimos 30 años la media de temperatura ha aumentado paulatinamente , «sobre todo en la década de los 80 en una cantidad de siete décimas, que aunque parece pequeña, la sensación que percibimos es la de que hace más calor que hace 20 años», consecuencia del calentamiento de la temperatura de la tierra.

Por otra parte la tromba de agua caída hace quince días en Eivissa con 68'2 litros por metro cuadrado fue debida a un frente procedente del noroeste que afectó a todo Balears y que en Eivissa se desarrolló en forma de nube tormentosa, un fenómeno «imprevisible del que no se puede saber ni dónde se va a formar ni dónde va a descargar». De momento, a pesar de que a lo largo de la noche y la madrugada el fresco ya se deja sentir, todavía tenemos buen tiempo para rato.