El hotel Playa Real será sometido entre mediados y finales de este mes a una auditoría medioambiental con la que comprobará si está ya perfectamente adaptado a la normativa EMAS, con la que pretende acreditarse para poder demostrar que es un establecimiento respetuoso con el entorno. Este control no será, sin embargo, definitivo, puesto que volverá a repetirse en mayo del año 2001 y será entonces cuando el Playa Real reciba el aprobado o el suspenso acorde con esta exigente norma.

El director del Playa Real, Rafael Martínez, explicó que la diferencia de tiempo entre una y otra auditoría está pensada para que se puedan corregir las desviaciones que puedan descubrirse tras el primer examen.

El Playa Real, de la cadena Acorn, fue el primer establecimiento en obtener la denominada «Q» de calidad del Instituto para la Calidad Hotelera Española (ICHE) y tras superar esa prueba (que este año ha revalidado) empezó a trabajar en otro sello de calidad. En un primer momento se pensó en la normativa ISO 14.001, de ámbito internacional pero especialmente utilizada en los EE UU, pero posteriormente se decidió utilizar EMAS, de ámbito europeo y aún más exigente que la primera.

Martínez explicó que se han realizado algunas reformas de las instalaciones, aunque mucho trabajo ha sido similar al necesario para la «Q». «Hay cosas paralelas, pero aún así tienes que aplicarte mucho y trabajar fuerte», comenta el director del hotel.