El Ayuntamiento de Eivissa ha elaborado un informe sobre las repercusiones ambientales del día sin coches que se celebró el pasado 22 de septiembre. El estudio revela que, a pesar de que la convocatoria no contó con un seguimiento masivo por parte de la población, Eivissa notó las consecuencias de la reducción de tránsito a través de la reducción de los niveles de gases tóxicos en la atmósfera y de los ruidos ambientales.

Según el estudio, durante esta jornada los niveles de contaminación acústica descendieron un 10 por ciento. El ruido máximo ese día fue de 101'4 decibelios a las 13'15 horas, un 7'82 por ciento menos que lo habitual, que suele ser de 110 decibelios de máxima. Los índices mínimos de ruido también descendieron. Concretamente un 13'31 por ciento, ya que el día 22 se registraron 81'4 decibelios de mínima mientras que el 26 la el registro más bajo fue de 81'4 decibelios.

Los niveles de gases nocivos en el ambiente se redujeron considerablemente, según el resultado de los registros de la unidad móvil de mediciones de Gesa instalada en Vara de Rey. La cantidad de Monóxido de Nitrógeno (NO) en el ambiente se redujo un 26 por ciento el «Día sin coches», la de Dióxido de Nitrógeno (NO2) un 12 por ciento, mientras que el nivel de concentración de partículas en el aire, que suelen originarse por una mala combustión del carburante en los vehículos, descendió un 25 por ciento.

El Ayuntamiento completa el informe de medición con una encuesta a comerciantes y ciudadanos. En ambos casos consideran «positiva» la prohibición de circular por el centro de la ciudad. Los comerciantes constataron, además, que no notaron un descenso en la actividad durante el día.

Otra de las conclusiones importantes es que los niveles de contaminación en Eivissa no son altos. Algunos registros como el de Dióxido de Azufre (SO2) ni siquiera llegan a los mínimos. Coincidiendo con las primeras estimaciones, el informe confirma que el número de vehículos en circulación se redujo en un 4'65 por ciento en el «Día sin coches».