Pilar Costa y Antoni Marqués presidieron la cena anual que ofrecieron los empresarios.

El presidente de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimef), Antoni Marqués, pidió a la Administración que «reduzca o que haga desaparecer el Impuesto de Actividades Económicas, bajando sus cotizaciones en la Seguridad Social, mejorando la difícil situación de las autonomías y eliminando las trabas burocráticas». Marqués defendió la diversificación económica de las Islas «para reducir la dependencia del turismo».

En esta cena anual que organiza el colectivo, Marqués alude a la moneda única europea: «Durante el 2001 todas las empresas han de realizar esfuerzos necesarios para adaptarse al euro». Alertó de la debilidad del euro que supone «un encarecimiento insoportable de los carburantes y un aumento de la inflación». A su juicio, esta situación puede desembocar en «una reducción del consumo, intereses financieros cada día más altos y menos crecimiento de la economía».

Respecto a la subida de los carburantes, Marqués opina que «resta competitividad a los empresarios pitiusos» y considera que «es hora de exigir el desarrollo total del Régimen Especial de Balears». Considera que «se han de articular los instrumentos necesarios para eliminar las desventajas que crea el hecho insular». Defiende «sistemas de ayudas y descuentos», como «una fiscalidad diferenciada porque la insularidad resta competitividad a las empresas».

La nefasta situación de las carreteras, la remodelación del puerto de Eivissa y el horario de los comercios son otras de las cuestiones que preocupan a los empresarios.