Joan Mesquida en el Parlament, minutos después de conocer los errores de los presupuestos. Foto: JAUME MOREY.

La Mesa del Parlament decidió ayer, por sorpresa, no admitir a trámite el proyecto de presupuestos del Govern al detectar numerosos fallos informáticos en uno de los documentos entregados por el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida. La no admisión a trámite, que no tiene precedentes en la historia autonómica de Balears, se produjo por la ausencia en la reunión de la Mesa del presidente del Parlament, Maximiliano Morales, que se encontraba ayer de viaje en Galicia. Los dos miembros del PP que pertenecen a la Mesa votaron en contra de la admisión a trámite, mientras los representantes del Pacte de Progrés apoyaron el proyecto del Govern. El empate a dos frenaba la tramitación parlamentaria de los presupuestos.

La decisión de la Mesa, que provocó un gran malestar en el Govern, obligará a revisar de nuevo el proyecto de presupuestos. La intención del Parlament es reunir la Mesa mañana jueves, ya con la presencia de Morales, y admitir a trámite las cuentas del Ejecutivo. De esta manera, según la versión aportada por el Parlament, se mantiene la previsión de aprobar los presupuestos los días 19 y 20 de diciembre.

«Se está trabajando para corregir los errores informáticos de los presupuestos y puedo asegurar que no ha habido mala fe por parte del Govern», justificó Mesquida, quien criticó la postura del PP al «bloquear y obstruir» las cuentas del próximo ejercicio. «Desde hace tiempo he dicho en el Parlament que el sistema informático del Govern no funciona bien, y ahora ya tenemos la prueba», argumentó el titular d'Hisenda. El sistema informático, que fue comprado la anterior legislatura, costó al Govern 550 millones de pesetas.

El error informático se detectó en el libro de ejecución de los presupuestos del año 2000. En el primer listado ya aparece un fallo de bulto al cuantificar en 1 billón de pesetas los gastos del Govern hasta el mes de septiembre. El presupuesto de todo el año asciende a 157.000 millones, lo que significa que el sistema informático se sacó de la manga más de 800.000 millones de pesetas. Estos errores se detectaron en casi todas las partidas, donde los gastos se multiplicaban muy por encima de las disponibilidades del Ejecutivo autonómico.