Todos los alumnos muestran un gran interés por aprender y superar las pruebas que les abrirán un futuro laboral estable.

Son jóvenes veinteañeros con algún tipo de discapacidad que participan en un curso formativo de 600 horas de duración, conocido como FIOP, curso de Formación e Inserción en Organismos Públicos. Menos los miércoles, dedicado a la teoría con el temario jurídico-administrativo, el resto de los días de la semana los alumnos de este curso organizado desde la Conselleria d'Interior, desempeñan labores tan dispares y válidas como el mantenimiento de las piscinas de Ras P'allas, papeleos y atención al público en el Patronato de Salud Mental, o labores de auxiliar en la Residencia Asistida como un funcionario más. Estas labores prácticas forman la mayor parte del curso con el que se prepara a estos jóvenes para que se presenten a las oposiciones que convoque la Administración.

El responsable de este cuarto FIOP, Javier Canillas, comentó la importancia que tiene esta iniciativa para los participantes «porque de entrada se les abre una puerta al facilitarles la posibilidad de entrar en la Administración cuando antes ni se lo habían planteado». Para este especialista en orientación laboral lo más importante de estos cursos semestrales es la atención personalizada con y que se les facilita e intentan adaptar las pruebas a las posiciones que sean pertinentes «para que compitan en igualdad con el resto de la población». Estas modificaciones consisten en ralentizaciones de los teclados de los ordenadores, el aumento del tipo de la letra de los enunciados e incluso la utilización de lupas, a la hora de realizar los exámenes: «Se estudian las necesidades de cada persona para presentar un certificado en base a las mismas para que se lleven a cabo las modificaciones según la ley y reglamentos», explica Canillas. todo momento por los funcionarios con los que desempeñan sus prácticas.