Joan Flaquer, portavoz del PP en el Parlament, aseguró ayer que el president del Govern, Francesc Antich, no se atreverá a destituir a los consellers Celestí Alomar y Aina Salom por su condición de diputados. Flaquer opinó que los rumores sobre un cambio en el Govern «dan la razón a las críticas que ha hecho el PP desde hace meses». «El riesgo es que esta remodelación se quede corta ante la escasa capacidad de maniobra interna que tiene Antich», planteó Flaquer, quien dijo que el PP «ve motivos más que suficientes para que dejen el Govern otros consellers».

Aunque Flaquer no citó a ninguno de los aspirantes que, según el PP, deben dejar el Govern, el portavoz popular dejó muy claro que Celestí Alomar y Aina Salom también han hecho méritos para abandonar el gabinete autonómico. «No puede seguir en el Govern una persona que está totalmente enfrentada al sector turístico; tampoco es lógico que se mantenga en su puesto una consellera que se pelea a gritos en la calle», señaló Flaquer. Sin embargo, el portavoz popular sí comprende el posible relevo de Josep Antoni Ferrer y Misericòrdia Ramón como conseller d'Obres Públiques y d'Innovació Tecnològica, respectivamente. «Estos dos departamentos han estado paralizados y sin contenido político. Nosotros estamos francamente decepcionados y nos da la impresión de que Antich no da la talla ante una situación insostenible en su Govern», subrayó Flaquer.

Mientras tanto, Ferrer y Ramón están aún pendientes de recibir una notificación oficial de que serán relevados de sus cargos. El president del Govern no se ha puesto en contacto con ninguno de los dos para anunciarles que dejarán el gabinete autonómico en los próximos días. Durante las últimas horas vuelven a sonar nombres de sustitutos, aunque sólo son hipótesis. Mientras coge fuerza la alternativa de Francesc Quetglas para asumir alguna de las dos conselleries, la posibilidad de que Joan Perchés sea el nuevo conseller d'Energia no parece muy sólida.