El arte de los bolillos presenta tendencias diferentes a las que tradicionalmente las personas que se han dedicado a ello se han acostumbrado. Por ejemplo, el taller encuadrado en el programa del Ayuntamiento de Eivissa 'Activitats per a tots' ofrece una nueva técnica: la duquesa o cinta belga. Como apunta Catalina Reynés, una de las cursillistas, «yo conocía bien el método tradicional, que necesita de una almohadilla vertical y se cogen los bolillos con la mano. Sin embargo, esta técnica emplea un cojín plano, menos bolillos y es necesario el ganchillo».

Las alumnas -que acuden al local municipal ubicado en la Vía Púnica todos los jueves hasta el próximo mes de junio de 2001- presentan un nivel avanzado. Un principiante no podría asumir una nueva técnica sin conocer previamente la tradicional. En el curso no hay apuntado ningún hombre, aunque la profesora del mismo, Pepita Juan, apunta que en los cuatro años que lleva dando clase alguna vez ha coincidido con alguno.

La técnica belga difiere además de la española en que las piezas resultantes se componen a base de pequeños trozos unidos con la herramienta básica en esta nueva vertiente: el ganchillo. La tendencia española no usa ganchillo, sólo las manos del creador. Los bolillos son más pequeños que los que emplea la técnica duquesa. Cuando acaben el curso las alumnas apuntadas podrán presumir de conocer un arte desde dos de sus caras más señaladas.