Una vez superados los excesos de las celebraciones navideñas y recuperada la normalidad cotidiana, son muchas las personas que, con la llegada del nuevo año y nuevo milenio, se han propuesto mejorar su aspecto físico y su calidad de vida. La pérdida de esos kilos que sobran y que no permiten entrar en más de una falda o pantalón, la eliminación de la celulitis y el cambio de imagen son tal vez algunas de las proposiciones más comunes que en estos días han iniciado o están a punto de iniciar muchas personas.

«La gente se preocupa por mejorar su aspecto y su salud y sabe que tiene que hacerlo, pero es un poco perezosa y no se anima a acudir a los centros hasta febrero para ponerse a punto para el verano», comenta Antonia Mey, del Instituto de Belleza Mey. Esta esteticista con más de 25 años de experiencia en tratamientos de adelgazamiento y obesidad conoce a la perfección las últimas técnicas de tratamiento y aplicación de productos cosméticos para reducir el volumen y reafirmar los músculos del cuerpo.

«El milagro no existe, pero con todos los tratamientos realizados de una forma profesional y por personal cualificado se baja, aunque cada paciente puede reaccionar de manera distinta ante un mismo tratamiento», explica Antonia Mey. Esta esteticista puntualiza que los tratamientos de belleza suelen complementar las dietas «porque facilitan la eliminación de la retención de líquidos, trabajan el drenaje y ayudan a reafirmar y tonificar la masa muscular, consiguiendo una reducción del volumen.

Actualmente los tratamientos de adelgazamiento y obesidad unen la cosmética con modernos aparatos tecnológicos que han mejorado los resultados de manera notable. «Hoy en día las tecnologías y aparatos facilitan mucho el trabajo y los resultados», explica Antonia Mey.