La Asociación de Trabajadoras Familiares celebró ayer una reunión en Can Ventosa donde dieron a conocer a esta entidad a las personas vinculadas al mundo de los servicios sociales y a las autoridades.

Entre los objetivos de la Asociación figura el reconocimiento profesional y salarial; la necesidad de una formación y un reciclaje continuo; la creación de una bolsa de trabajo que facilite a los asociados la posibilidad de encontrar empleo y conseguir el apoyo entre profesionales, ya que «por las características de esta labor y por la soledad que, a veces, conlleva , este trabajo puede crear angustias y decepciones», subraya la Asociación.

Entre los proyectos inmediatos de este colectivo figura la puesta en marcha de un curso de reciclaje de 200 horas para trabajadoras familiares y establecer contactos con la Conselleria d'Educació para conseguir realizar un módulo de Formación Profesional para trabajadoras familiares. Estos profesionales, que rechazan la denominación de auxiliares de ayuda a domicilio, se dedican a realizar una labor educativa, preventiva y asistencial en contacto con el usuario, la familia y su entorno más inmediato con la finalidad de conseguir el máximo de autonomía personal del usuario. De este modo, realizan funciones educativas, asistenciales, preventivas y sociabilizadora.