En la imagen, los feligreses recogen los ramos de olivo para participar en la procesión.

ÓSCAR DELGADO La Catedral y la iglesia de Sant Cruz de Eivissa ocuparon ayer por la mañana los centros de atención de la primera celebración religiosa de la Semana Santa 2001. El Domingo de Ramos reunió a los fieles en estos dos recintos, que programaron una jornada diferente pese a tratarse del mismo motivo.

El obispo de la diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés, se encargó de la Eucaristía en la Catedral, a la que precedió la bendición de las palmas y los ramos que portaban los feligreses. Mientras, en la iglesia de Santa Cruz, previamente a la misa se hizo una procesión desde la plaza Vicent Calbet hasta la parroquia de Obispo Huix donde, antes de regresar al templo religioso, se bendijeron al igual que en el otro punto de atención los ramos de los asistentes. El ritmo de los pasos lo imprimieron los componentes de la banda de tambores y cornetas de la Asociación de Vecinos de ses Figueretes.

Las ceremonias se prolongaron en ambos casos por espacio de algo más de una hora. En la catedral hubo que llamar la atención a un grupo de turistas que quería ver el recinto a pesar de que se estuviera celebrando la Eucaristía. Los actos concluyeron al filo de las doce del mediodía y los fieles pasearon después por la ciudad con los ramos ya bendecidos en la mano.

El resto de municipios de la isla celebraron el día festivo por la tarde.