El presidente del Gobierno y su esposa, Ana Botella, recibieron a los medios de comunicación. Foto: T.M.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, inició ayer tarde, tras la reunión del Consejo de Ministros, sus vacaciones en Menorca. A última hora de la tarde recibió a los medios de comunicación en los jardines de la finca Morell, rodeado de extraordinarias medidas de seguridad.

Aznar se sometió a una sesión fotográfica con su esposa, Ana Botella, muy bronceada, ambos muy sonrientes. Afirmó que piensa pasar las vacaciones «más tranquilas posibles», junto a su familia, navegando, paseando y leyendo el «cargamento de libros». Durante las próximas semanas compatibilizará el descanso con «trabajo todos los días». El próximo lunes se desplaza a Palma para mantener un despacho con el rey Juan Carlos en el palacio de Marivent. Al ser preguntado sobre si espera reunirse con el primer ministro británico, Tony Blair, respondió que no tiene previsto encontrarse con él, pero añadió que «si viene, le veré».

Manifestó que «ya conocía Menorca desde hace tiempo, donde nos encontramos muy a gusto». Sorprendió a los numerosos periodistas concentrados en los jardines de Morell al afirmar que había empezado sus vacaciones en la isla «con hambre de balón».

Sobre la finca Morell dijo que«es una buena casa, donde nos encontramos estupendamente», pero no aclaró si ya se ha bañado en la piscina. Sobre el cambio de Oropesa por Menorca se limitó, escuetamente, a señalar que se produjo «por circunstancias», que no comentó, añadiendo que «siempre es un placer estar en Menorca». Ana Botella se mantuvo en un discreto segundo plano.