El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa anunció ayer a través de la concejala de Ciudad Sostenible, Marta Roldán, que repetirá el próximo año la experiencia del Día sin coches y que volverá a cerrar la ciudad al tráfico rodado. Roldán hizo ayer un repaso de cómo había transcurrido dicha jornada y opinó que sólo la lluvia había conseguido deslucir el acontecimiento. Además, según la edil ecologista, los ciudadanos del municipio demostraron estar perfectamente informados y concienciados y fueron los de otras localidades los que dieron problemas al empeñarse en entrar a toda costa en el casco urbano.

Marta Roldán quiso lanzar una felicitación a los residentes en Eivissa porque, según dijo, «colaboraron mucho». La concejala restó importancia a los atascos que se produjeron en el cinturón de ronda y afirmó que fueron los mismos que en días de verano. Además, aseguró que las plazas de aparcamiento fueron totalmente suficientes y que de cara al próximo año podría reducirse el transporte público en vista de lo poco que fue utilizado. «Y no por falta de información, sino porque las distancias son cortas», manifestó la concejala. En relación a las críticas de los comerciantes, que afirman que redujeron notablemente las ventas, Roldán lo achacó a la lluvia y no al hecho de que se cortara la circulación.

Las cifras de un medio día polémico
La visión de la jornada ofrecida ayer por Marta Roldán y por el jefe de la Policía Local, Manuel Ayala, contrasta con la de otros colectivos y la de muchos ciudadanos, que consideran que más que de éxito puede hablarse de caos. Pese a todo, el Ayuntamiento argumentó ayer que, hasta las dos de la tarde, el número de vehículos que circulaban por la ciudad se redujo una media de un 85 por ciento y el nivel sonoro bajó unos 25 decibelios (aproximadamente un 50 por ciento).