La Escuela Universitaria de Turismo inauguró ayer el curso académico tras la inversión de 43 millones de pesetas para reformar el edificio, que tiene ya 15 años. Nuevo mobiliario, más tutorías y secretaría independiente de la universidad a distancia (otro de los servicios que acoge el edificio polivalente) son algunas de las reformas que se han finalizado coincidiendo con la inauguración del curso. El Patronato de la Escuela de Turismo, organismo que gestiona este recurso académico y que engloba a la Direcció General d'Universitats y al Consell Insular, se gastó 36 millones de pesetas. Además, el Consell ha invertido otros siete millones de pesetas.

La consellera insular de Cultura, Fanny Tur, incidió en estas inversiones ya que «desde su inauguración no se habían hecho mejoras, ni mantenimiento ni reforma, que se necesitaba».

El número de alumnos matriculados este curso 2001-2002 en los estudios reglados es de 262, de los que 38 corresponden al Teat, el plan de estudios antiguo, que este año se imparte por última vez en este centro. El secretario de la institución, Gerard Morà, precisó que el número de alumnos no ha bajado, sino que es similar al curso pasado. Asimismo, destacó que «una de las características de este curso es que se ha registrado un número superior de alumnos que no tiene nacionalidad española». Además, se han tenido más de 300 consultas de medios telemáticos de personas que han pedido información de la Escuela, sobre todo de países sudamericanos.

El director general de Universitats, Martí March, explicó ayer que se ha logrado cumplir uno de los objetivos: la consolidación de la Escuela de Turismo. March citó las tres líneas de actuación: adscripción de la Escuela a la UIB, la firma de un convenio entre el Consell Insular y la Conselleria d'Educació y una financiación estable que garantiza la continuidad de la Escuela .