El proceso de formación asistencial para voluntarios organizado por la delegación en Eivissa de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) concluye hoy con la segunda sesión de un seminario que acoge el hotel Los Molinos y que la agrupación ha organizado para ofrecer a los interesados los datos más específicos del papel que van a desempeñar dentro de un mes en el hospital o en el domicilio de los enfermos.

«En la fase introductoria expusimos a los voluntarios los datos más generales sobre la enfermedad, partiendo de la pregunta ¿qué es el cáncer? Después hicimos una valoración psicológica individual que comprobó la estabilidad emocional del voluntario y los que superaron esa fase son los que están aquí dos días, para concretar más su tarea y prepararles para que dentro de un mes puedan comenzar a asistir enfermos en Can Misses o a domicilio». Teresa Fluxá es la psicóloga de la organización en Eivissa, quien junto a su colega en Palma, María Alía, y la trabajadora social Senta Hinojosa se encarga de impartir las charlas del curso.

En función de la disponibilidad de horarios, y sin olvidar nunca sus preferencias, los voluntarios atenderán a los enfermos de cáncer en el hospital o en el domicilio. En Can Misses lo harán en la unidad de tratamiento con quimioterapia (UTA), mientras que los que escojan la segunda opción se encuadrarán en la unidad de cuidados paliativos de la AECC que comenzará a funcionar la semana que viene. «Estará compuesta por una médico -Pilar Rapun-, una enfermera -Patricia Cruz- y por mí. Contaremos con el apoyo del Insalud, que aportará las infraestructuras necesarias para poder dar cobertura a los enfermos de cáncer», matiza Teresa Fluxá.

Los trece nuevos voluntarios de la AECC comenzarán su labor solidaria en enero de 2002, cuando tengan su situación normalizada, ya que la organización les tiene que asegurar. «Cuando tengan el alta en la Seguridad Social podrán iniciar los cuidados a los enfermos. Aún así está previsto que el día 4 de diciembre se presente el equipo en sociedad». En el curso intensivo que finaliza esta tarde se hace hincapié en el aspecto de las habilidades de comunicación con el paciente para saber enfrentarse con una familia o con el enfermo de cáncer con garantías. Entre el grupo de asistentes sólo hay un hombre, lo que pone de manifiesto que la mujer sigue estando más sensibilizada con el voluntariado referente a la asistencia de los que sufren la enfermedad.