La nueva unidad, presentada ayer, contará con un vehículo fruto de una donación. Foto: KIKE TABERNER.

El hospital Can Misses cuenta con un grupo de 14 voluntarios que atenderán a los enfermos terminales de cáncer. Los voluntarios, formados por la Asociación contra el Cáncer, estarán en en la unidad de tratamiento ambulatorio, donde se dispensa la quimioterapia, como en los domicilios de los pacientes en fase terminal.

Esta iniciativa se encuentra dentro de la nueva unidad de cuidados paliativos que se ha puesto en marcha tras el acuerdo suscrito en septiembre entre el Insalud y la Asociación contra el Cáncer. El equipo multidisciplinar está formado por la doctora Pilar Rapun, la enfermera Patricia Cruz , la psicóloga Teresa Fluxà y el equipo de voluntarios que asistieron ayer a la presentación oficial de la unidad de cuidados paliativos, que empezó a trabajar el pasado 29 de noviembre asistiendo a enfermos. Además de los medios humanos, el equipo dispone de una unidad móvil cedida por AEMA y AECA.

La presidenta de la Asociación contra el Cáncer de Balears, Teresa Martorell, explicó ayer que los cuidados paliativos serán globales y no se limitarán sólo al enfermo sino a los familiares: «Este equipo va a controlar una serie de síntomas, físicos, psicológicos, espirituales e incluso atender a los familiares durante el duelo». La intención de esta unidad es promover el bienestar, ante todo, del enfermo y sus familiares, «se quiere dulcificar un poco la vida del enfermo y del familiar», añadió Martorell. El gerente de Can Misses, Ignacio Martínez, aplaudió esta iniciativa y señaló que uno de los objetivos del hospital «es que la asistencia en el centro sea más humano».