La decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa de incrementar la tasa de basuras a los negocios considerados grandes productores no acaba de convencer a la oposición municipal. No tanto porque el aumento no sea necesario, sino porque se considera que no está lo suficientemente justificado.

El grupo popular ya expresó su rotunda oposición a la medida hace unos días, durante el pleno municipal en la que ésta se debatió y reclamó explicaciones para entender por qué las cafeterías deberán pagar un 71 por ciento más mientras que las discotecas, que producen más cantidad de residuos, seguirán contribuyendo con la misma cantidad que hasta ahora. Las cafeterías son, de hecho, los negocios más afectados por la subida, seguidas de hoteles (52 por ciento), bancos (50 por ciento) y bares y restaurantes (34 por ciento). Por contra, según denunció la concejala popular Virtudes Marí, las hamburgueserías no verán incrementada su tasa.

La explicación que ofreció durante el pleno el concejal de Hacienda, Joan Bonet, resultó poco convincente para el PP. Bonet defendió que las dos grandes hamburgueserías instaladas en el municipio son precisamente los establecimientos que más dinero pagan por la recogida de basuras y también incidió en que se debe gravar más a los establecimientos con más recursos. Este último razonamiento sorprendió a Virtudes Marí que preguntó si acaso las grandes discotecas -que no pagarán más en 2002- no facturan más que los bares, a los que la subida les hará pasar de pagar 24.400 a 32.685 pesetas.

El equipo de gobierno también destacó que la ordenanza que regula esta tasa establece bonificaciones para aquellos negocios que realicen recogida selectiva de sus residuos y que, por tanto, demuestren estar más concienciados con la protección del medio ambiente. Pero el PP encuentra que será sumamente difícil comprobar quién está realizando ese tipo de recogida y si la mantiene tras conseguir dicha bonificación.