Baltasar entrega un regalo a un niño de 6 años.

ÓSCAR DELGADO Los Reyes Magos de Oriente llegaron ayer por la mañana al hospital de Can Misses para que los pacientes del centro no se quedaran sin regalos por el hecho de no estar en sus hogares. A las diez y media en punto hicieron acto de presencia en recepción para comenzar el recorrido por las plantas del complejo y entregar juguetes a los más pequeños y caramelos y prensa local a los adultos.

Los pasillos del hospital ofrecieron por un día una cara más alegre de lo habitual. Algunos de los pacientes desconocían que los Reyes Magos iban a ir a visitarles, algo que se demostró en los gestos de sorpresa que enseñaron conforme les veían aparecer. La primera parada que efectuaron se centró en la planta de pediatría. Allí entregaron juguetes a tres bebés que permanecían en la incubadora y a un chaval de seis años que se emocionó cuando Baltasar le dio un paquete de grandes dimensiones. Sus Majestades tuvieron tiempo para bromear con los enfermeros. Melchor demostró un gran sentido del humor, ya que depositó el regalo de uno de los retoños sobre la incubadora y expresó: «Recógelo cuando te levantes ¿eh?».

El mayor revuelo se formó en la tercera planta, lugar en el que comenzó el despliegue de la 'operación prensa y caramelos'. Los tres Reyes Magos se repartieron el trabajo por las habitaciones con la prensa local y acompañados por sus pajes, quienes hicieron entrega de los dulces. El detalle fue muy bien recibido por los pacientes, poco acostumbrados a sorpresas como estas. «Es tanta la monotonía que se vive en un hospital que cualquier cosa que hagas sirva para alegrar a la gente», comentaba antes de entrar en una de las salas el rey Baltasar.