El Mercat d'Artesania, que se mantuvo abierto un mes en Vara de Rey con motivo de las fiestas navideñas, no ha satisfecho al cien por cien a los artesanos participantes. Los profesionales consultados al cierre de esta edición han coincidido en que las ventas no han sido todo lo buenas que cabría esperar. Este hecho puede deberse a que las casetas «están totalmente desprotegidas», comentaba el artesano Peribáñez, por lo que los fines de semana «que ha hecho frío, viento y lluvia» los potenciales clientes «han preferido acudir a otras tiendas en vez ir a Vara de Rey».

A pesar de que los consultados coinciden en que la iniciativa del mercadillo es «muy buena», creen que hay que hacer un esfuerzo mayor. Así, piden al Ayuntamiento que mejore, entre otras, las instalaciones de suministro eléctrico para que no se produzcan apagones como los que se han registrado en la presente edición y que han impedido dar un correcto servicio a los consumidores en momentos puntuales.

Este hecho se ha sumado a que las características de las casetas no son las mejores para soportar lluvias y bajas temperaturas. Esto ha provocado que el trabajo de los artesanos se hiciese incluso «desagradable» en algún momento. Otro punto en el que coinciden es en la necesidad de que sea el Ayuntamiento el que destine policía para las casetas durante la noche porque el contratar vigilantes «ha salido carísimo».