J. M. R. En el Partido Popular no se creen que la interconexión de las desaladoras de Eivissa y Sant Antoni, así como del ramal desde Sant Rafel hasta Santa Eulària, sea operativo el próximo verano, tal como aseguró hace diez días la consellera balear de Medi Ambient, Margalida Rosselló. Y como piensan que Rosselló «miente» y «toma el pelo» con ese anunció están dispuestos a pedir su dimisión si no se cumplen los plazos, según anunció ayer el diputado balear José Juan Cardona.

Además, considera que el proyecto es un despropósito porque la desaladora de Sant Antoni no dará abasto para satisfacer la fuerte demanda de Eivissa, aportar agua a Santa Eulària y cubrir el área del sur de la bahía de Portmany y de Sant Josep, razón por la que desde el PP se insiste -por enésima vez en lo que va de año- en que es preciso que el Govern acepte la desaladora que el Ministerio de Medio Ambiente brinda para que sea construida en Santa Eulària: «Pretender reducir la extracción y que nos sobre agua con la producción de las dos desaladoras actuales responde a una voluntad maliciosa de perjudicar a Eivissa», subrayó el presidente del PP pitiuso.

El proyecto abanderado por Medi Ambient no responde a la realidad, asegura José Juan Cardona, quien advierte que de esa manera o se desabastece el norte de la isla (Sant Miquel y Santa Eulària) o se deja seco el Oeste (Sant Josep), ya que la suma de los caudales de las potabilizadoras de Sant Antoni y Eivissa no son suficientes para colmar la demanda. José Juan Cardona sugirió, asimismo, que en la Conselleria balear de Medi Ambient no disponen de datos exactos del consumo de agua. Basta, dice, que se comparen los datos que maneja Margalida Rosselló con los del pago del canon de saneamiento, ya que entre ellos hay una sustancial diferencia.