Una brigada del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) arrancó ayer por la mañana 17 bolsones de procesionarias (thaumetopea pityocampa) de los árboles del bosque situado entre Cala Mestella y Cala Boix, donde desde principio de año se ha detectado una abundante presencia de ese lepidóptero. Hasta el momento han sido destruidos más de tres centenares de bolsones, tejidos con seda y que les sirven de refugio contra el frío.

La mitad de los cubículos encontrados -instalados en las ramas más inaccesibles, a elevadas alturas- estaban vacíos, lo cual indica que centenares de ejemplares han llegado al estadio de su ciclo vital en el que descienden de los pinos y se esconden bajo tierra, en zonas donde la temperatura ronda los 20 grados centígrados. En verano se convertirán en mariposas, que depositarán luego sus huevos justo donde ahora viven las peludas orugas.

Provistos con sierras y escaleras, y ataviados con arneses, cascos y guantes -estos para protegerse de las dolorosas e irritantes picaduras-, cuatro miembros del Ibanat peinaron ayer una amplia zona de bosque para eliminar todas las bolsas posibles. En los casos en que no podían acceder a la rama cargada de orugas, dibujaban una señal en el árbol para que un policía municipal la derribe o bien reviente el bolsón de un escopetazo.

Dentro de las que aún se cobijan las orugas se aprecian unos restos verdosos. Se trata de sus excrementos, cuyo color responde al alimento del que se nutren: las acículas de los pinos, la parte más tierna del árbol, que devoran cada noche tras salir en procesión en busca de alimento. Ese es el principal peligro que tiene la thaumetopea pityocampa, ya que provoca la defoliación (pérdida de las hojas) de los árboles donde reside.

El temor de los responsables del Ibanat es, precisamente, que buena parte de las orugas ya se hayan ocultado bajo tierra. La Conselleria balear de Medi Ambient tiene la intención de eliminar entre un 80 y un 90 por ciento del lepidóptero mediante la campaña que desarrolla desde enero. A ella sumará otra intensiva y «específica» en verano para acabar, mediante trampas de feromonas, con las mariposas macho.

Parte de los individuos capturados han sido enviados a unos laboratorios para ser estudiados. El Ibanat quiere identificarlos y estudiar su comportamiento.

Justo en las cercanías de la zona afectada se encuentra una masa arbórea de color pardo en la que el escarabajo perforador (tomicus piniperda) esta provocando destrozos. Se han colocado trampas y se han talado y descortezado árboles para acabar con este insecto, letal en algunos casos y que se está extendiendo de manera alarmante por Mallorca.