GUILLERMO ROMANÍ El edificio conocido como el «almacén de la patata» que amenazaba ruina, fue demolido en su totalidad ayer por la mañana tras cerca de cuatro horas de trabajos. Con su demolición y la que se efectuará a finales de la temporada turística del edificio colindante, que antaño fuera el viejo cine de titularidad eclesiástica, el propietario de ambos edificios tiene previsto construir en dicho solar un edificio de viviendas y locales comerciales ya que tiene todas las licencias y permisos pertinentes.

Esta demolición es la primera que se lleva a cabo en el núcleo urbano de Sant Francesc de un edificio de cierta envergadura y ello ha provocado gran curiosidad entre los vecinos y los turistas que se han acercado a comprobar el proceso de demolición para el que se han tomado todo tipo de medidas de seguridad. Calles cortadas, tráfico desviado y Policía Local impidiendo el acceso de los viandantes en las inmediaciones del edificio han sido algunas de las medidas adoptadas desde el Consistorio para evitar cualquier tipo de accidente fortuito. A mediodía la demolición se había efectuado y a partir de ese momento se inició el retiro de los escombros para su posterior traslado al vertedero de es Cap de Barbaria.

«El almacén de la patata» fue apuntalado hace casi dos años ante el peligro que suponía para la seguridad pública a consecuencia del deterioro del inmueble; en su día el Consistorio ordenó al propietario, tras inspección ocular y pruebas de solidez de la estructura, que procediera con urgencia al apuntalamiento y acordonamiento del edificio «antes de que ocurriera una desgracia» indicaron en su día fuentes municipales.

Desde ese momento y una vez comprobado que la rehabilitación del mismo era inviable económicamente, ya que se habían producido grietas y presentaba una serie de deficiencias estructurales de consideración, el propietario informó al Consistorio su intención de demoler el edificio y construir uno nuevo. El cine, que no presenta peligro, no será demolido hasta pasado el verano.