EUGENIO RODRIGUEZ Els Verds reclama al alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que revoque la capacidad de concesión de licencias que tiene el edil de Urbanismo, Joan Bonet, y que a partir de ahora todo permiso de obra se decida a través de la Comisión de Gobierno, tal y como hacen otros ayuntamientos.

Esta es la primera demanda que hacen los socios del Pacte en Eivissa para poner fin a la crisis que ha provocado la concesión de una licencia en un acantilado de Puig d'es Molins, en primera línea de mar, para construir un bloque de 39 apartamentos de lujo. «Ahora no vamos a pedir la dimisión de nadie ya que nuestro único objetivo es evitar que se lleve a cabo la macroconstrucción», apuntó ayer el portavoz de Els Verds, Ramón Mayol.

Los ecologistas no quisieron pronunciarse sobre si este asunto forzará la dimisión de la edil de Ciutat Sostenible, Marta Roldán, y la rotura definitiva de la coalición progresista en Eivissa. «Ella hablará más adelante», apuntó Mayol. Eso sí, Jordi Torà, miembro de la Comisión de Seguimiento del Pacte en Eivissa advirtió: «Ya hemos tragado mucha saliva con asuntos como el dique de Botafoc, Can Escandell o ses Feixes. Somos los únicos [Els Verds] que hemos respetado el acuerdo preelectoral y hemos mantenido una actitud coherente. Ahora barajamos muchas posibilidades», lanzó.

Els Verds, al igual que hizo el viernes Izquierda Unida, reclama también la convocatoria urgente de la Comisión de Seguimiento del Pacte para exigir explicaciones al edil de Urbanismo por conceder la renovación de la polémica licencia de 1990 (y su supuesta «desaparición») y a la concejal de Cultura, Lurdes Costa, por votar en la Comisión de Patrimonio a favor de reducir el grado de protección del molino d'en Toni Joan, catalogado como Bien de Interés Cultural. «A nuestra concejal no se le consultó para votar en contra de la máxima protección del molino. No podemos permitir estas irregularidades», dijo Torà, que reiteró su convencimiento de que Tarrés suspenderá los efectos de la licencia, «si no sería un suicida».