Nuestra identidad se desprende de nuestra epidermis. Este axioma da una idea de lo importante que es cuidar la piel, especialmente en verano, cuando los rayos solares que en un principio son beneficiosos para la salud, pueden acabar convirtiéndose en enemigos si no se siguen las indicaciones necesarias. La moda exige 'estar moreno', pero es ahora, unos años después, cuando empiezan a descubrirse las consecuencias negativas de esas sobredosis solares a las que casi todo el mundo se ha sometido alguna vez. Y es que, en definitiva, la piel tiene memoria.

Hoy por hoy el dermatólogo Boddohi, con una consulta en el centro de Eivissa, aconseja utilizar un protector superior al factor 10, alrededor del 15. «Los libros antes decían que con el diez era suficiente, pero ahora llegan muchas más ondas cortas que son al fin y al cabo, las que hacen daño; y para detener esas ondas sería necesario ese factor», comentaba el experto. Según el Estudio Nacional de Sensibilización Social, sólo el 15% de la población en nuestro país utiliza la protección adecuada. A pesar de todos los peligros, el doctor Boddohi no duda en enumerar las bondades del sol: «relaja, produce vitaminas e incluso se utiliza la fototerapia». La cuestión es saber encontrar un punto intermedio. Aunque cualquier regla deberá adecuarse a las características propias de cada persona, los expertos y asociaciones no dudan en señalar unas normas básicas; además, muchas veces surgen falsos rumores o creencias en torno al sol y la prevención:

· Horas críticas
Hay que evitar tomar el sol entre las 12'00 y las 15'00 horas, ya que es el momento en que las radiaciones ultravioletas son más peligrosas.

· El tiempo importa
Aunque un protector (que no es lo mismo que un bronceador en ningún caso) sea resistente al agua habrá que renovarlo varias veces a lo largo de una jornada de playa. Normalmente suelen ser efectivos durante unas dos horas.

· Después del sol
Es cierto que el uso del after-sun es muy adecuado, pero también lo es el que una crema hidratante cumple una función muy similar.

· Nubes que engañan
Durante un día nublado nos llegan el 80% de los rayos solares, por lo que las posibilidades de quemarse siguen estando ahí. Y lo mismo ocurre en el agua, aunque el peligro de quemarse siempre es menor que en la arena

· Mejor crema
Son más recomendables los protectores grasos que los que se presentan en spray, principalmente para los más pequeños. Estos últimos deben aplicarse más a menudo.

· Alimentos de verano
La fruta y los alimentos que contengan vitamina A, E y C incrementan el nivel de protección ante el sol.

· Protección A y B
Los foto protectores deben indicar en el envase que protegen frente a lo rayos A y B.