El Ayuntamiento de Sant Josep y el Consell Insular siguen a la gresca. La multa millonaria impuesta por la máxima institución insular al Consistorio por permitir la construcción de un bloque de apartamentos dentro del área de protección de la iglesia de Sant Jordi, declarada BIC, abrió la crisis institucional. El Consistorio, al que le dolió mucho la sanción, rechaza por sistema todo lo que venga del Consell. Primero fue la ayuda económica para la biblioteca de Cala de Bou y ahora es otra inversión para mejorar el parque y jardín del Colegio Público l'Urgell.

El Consell Insular remitió una carta al Ayuntamiento de Sant Josep para ofrecerle la posibilidad de hacer efectiva esta ayuda a cambio de que el parque pasara a formar parte de la red de parques y jardines de la institución insular. El Ayuntamiento sólo debía preocuparse de su mantenimiento. La respuesta del Ayuntamiento a dicha oferta ha sido tajante: «El Ayuntamiento tiene previsto adquirir en breve plazo una serie de elementos para dotarlos al parque infantil del Colegio l'Urgell, por lo que no será necesario el 'oportuno' ofrecimiento de hacerlo el Consell».

En la carta remitida al Consell (reproducida en la imagen), el Ayuntamiento muestra su sorpresa por el interés del Consell en «incorporar las instalaciones en funcionamiento de otros a las suyas». «Es mucho más cómodo, barato y rápido que construirlas y, además, da la sensación de que es el Consell quien, tras la consabida inauguración pública y la consiguiente difusión mediática, se lleva el mérito como si la instalación no hubiera existido hasta entonces», añade. El Ayuntamiento mantiene en su misiva que siempre ha cuidado, en la medida de sus posibilidades, de «cubrir las necesidades de los colegios, aportando subvenciones que no tenía obligación de conceder».