E.E. La primera edición de la escuela municipal de verano organizada por el Ayuntamiento de Santa Eulària cerró ayer sus puertas con una divertida fiesta en la que los protagonistas fueron los 210 pequeños que desde el pasado 24 de junio han formado parte de esta iniciativa educativa y de ocio.

Las instalaciones deportivas de la localidad, que acogieron durante más de dos meses todas las actividades de la escuela de verano, albergaron la fiesta final en la que los chavales, además de recoger un diploma acreditativo de asistencia, protagonizaron varios números de baile dedicados a los 17 monitores que les han cuidado y con los que han compartido gran parte de su tiempo de asistencia a este campus veraniego.

La concejala de Educación del Ayuntamiento de Santa Eulària, Ana Costa, que acudió al acto de clausura, señaló que esta primera experiencia había resultado un éxito: «En principio la idea es volver a repetir el verano que viene», adelantó.