Balears, y concretamente Eivissa y Formentera, se encuentran en una zona de paso de embarcaciones que transportan combustibles peligrosos y que en muchos casos carecen de los permisos para hacerlo. En primer lugar y a nivel general es preciso saber que por el mar Mediterráneo circulan a diario centenares de petroleros de todos los tamaños y banderas, ya que la ruta del estrecho de Gibraltar hasta el Canal de Suez es paso obligado para este tipo de embarcaciones. Este hecho sitúa a las Pitiüses en la diana de cualquier accidente similar al ocurrido en Galicia. Como ejemplo, cabe señalar la intención del Gobierno español de querer alejar hasta 200 millas de las costas gallegas el pasillo por el que circulan los petroleros, prohibición que en las Pitiüses sería imposible de adoptar por cuanto la distancia entre Formentera y el norte de Àfrica es inferior a las 200 millas. La prueba es que el mismo Prestige o eMoskowsky, que tras ser expulsado a 400 kilómetros de la costa española fondeó en Gibraltar, utilizan el Mediterráneo de forma asidua y navegan, por el momento, con toda libertad hasta la entrada en vigor en julio de 2003 de normativas europeas sumamente restrictivas.

Por su parte, el Gobierno central aprobó tras la catástrofe gallega, un Real Decreto por el que se prohibe a partir del 1 de enero de 2003 a las embarcaciones de un solo casco acceder a los puertos españoles si transportan mercancías peligrosas o contaminantes. Ello supone que los buques encargados de abastecer petróleo, gasolina, keroseno o fuel oil en las Pitiüses, como es el caso deAlcudia no podrán hacerlo a partir del mes de enero. En principio esta prohibición iba a entrar en vigor en julio pero finalmente el Gobierno ha sido mucho más restrictivo y su prohibición afecta a los monocascos con mercancías peligrosas, que no podrán tocar puertos, terminales o refinerías españolas.

Alcudia, Calvo Sotelo, Campodola, Camponubla o Campéon son petroleros que operan, u operaban hasta hace poco en Balears, a las que abastecen de hidrocarburos, fuel, gasolinas y kerosenos. EAlcudia en concreto, es un barco de 149, 50 metros de eslora y 7 de calado, construido en 1980 y calificado como «chemical thankship» por el MOU, Memorandum of Understanding de París, que es el organismo encargado de la inspección de buques por parte de 19 administraciones, entre las que se encuentra España a través de la Dirección General de Marina Mercante. Este barco es el encargado de abastecer de fuel oil a la central de Gesa en Eivissa. La última revisión controlada por el MOU data de enero de 2000 y se le detectaron deficiencias en la embarcación.

ECalvo Sotelo, de CLH, habitualmente recala en Palma de Mallorca y se trata de un embarcación monocasco construida en 1977 y que dos revisiones realizadas en 2000 y 2001 presentaba en total siete deficiencias. En esta última revisión, en Nápoles, fue retenido por cuestiones de seguridad. ECampodola, de esta misma compañía, data de 1976 y en dos revisiones efectuadas en 2001 en Grecia e Italia presentaba deficiencias en materia de salvamento. ECampeón, visto también por aguas pitiusas, es un monocasco de 1979 que en los últimos tres años ha pasado cinco inspecciones de forma satisfactoria tanto en Italia como en Portugal.

Por su parte, eBecquer, un gas carrier de 79,10 metros de eslora y 6 de calado y construido en 1987 es un habitual de Eivissa donde consignado por Travima desembarca gas de petróleo y demás hidrocarburos; su última escala fue el 28 de noviembre cuando descargó 1.200.000 kilos de dichas sustancias. Este barco ha sido inspeccionado cuatro veces en los últimos dos años sin que se le hayan detectado deficiencias.