El volante de la ambulancia de la Cruz Roja fue ocupado por decenas de jovencitos curiosos. Foto: MARCO TORRES

M e gustaría ser policía de mayor para ayudar a la gente», explicaba pletórico Ian, un jovencito de 7 años que no paraba de toquetear el «hablador» de la unidad móvil de atestados de la Guardia Civil. Por el monovolumen de la Benemérita en el que se sentó Ian al volante para probar sus diferentes aparatos, pasaron ayer decenas de niños y niñas para ser por unos minutos protagonistas y activar los sonidos de las ruidosas sirenas que no pararon de sonar a lo largo del horario de apertura de estas jornadas que hoy se repiten en el recinto ferial.
«Es importante que tanto los niños como sus padres conozcan las nuevas normativas sobre circulación en bicicleta y coche. Muchos profesionales de los transportes aprovechan para recoger el nuevo material editado», explicaba Rosario Kandler, examinadora de la jefatura local de la Dirección General de Tráfico en Eivissa, una de las entidades organizadoras de estas jornadas junto con la Conselleria d'Educació i Joventut y el Parc Infantil de Trànsit.
«Esta cita es una buena manera de que los niños se mezclen con nosotros y vean cómo desempeñamos nuestro trabajo», añadió la examinadora mostrando un topógrafo y el alcoholímetro evidencial utilizado por la Guardia Civil de Tráfico. «Los chavales se familiarizan con nuestro trabajo», añadió el cabo primero de Tráfico de Eivissa, que también estuvo presente durante la jornada de ayer. «Esto está enfocado principalmente para los niños pero los mayores son los que más preguntan por el límite de velocidad, las sanciones y las retiradas de carnet», agregó.