La desaladora que construirá el Ministerio de Medio Ambiente en Santa Eulària captará el agua de tres pozos de sa Punta de sa Caleta, donde desemboca el torrente de s'Argentera.

Las tres perforaciones, que se harán ex profeso para suministrar el caudal a la planta, tendrán una profundidad de 50 y 60 metros. La desaladora se construirá en un terreno de 6.400 metros cuadrados de forma trapezoidal próximo a la costa y al torrente de s Argentera. El agua se bombeará irá de los pozos a la desaladora a través de una canalización de 60 centímetros de diámetro que pasará por el vial que da acceso a sa Caleta, y que transcurre en dirección paralela al torrente.

El anteproyecto de la desaladora, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, contempla la construcción de una arqueta en la zona de la playa, donde se mezclará la sal muera y el agua procedente de la depuradora de Santa Eulària, que saldrá por un nuevo emisario submarino. Dado el mal estado de la actual tubería de fuga al mar, el Gobierno tiene previsto construir uno nuevo.

La depuradora tendrá un depósito circular de almacenamiento de 1.000 metros cúbicos de capacidad, con una estación de bombeo adosada para impulsar el caudal hacia el punto de entrega, que será un depósito con capacidad para 10.000 metros cúbicos situado en la ladera sur del Puig de sa Creu, fuera del área de protección de la zona.

Esta depuradora tendrá una capacidad de producción de 10.000 metros cúbicos diarios, con posibilidad de ampliación a 15.000 metros cúbicos por día, y abastecerá a una población de 53.000 habitantes. El Ministerio de Medio Ambiente proyecta sacar a concurso en breve las obras de construcción de la planta, que tendrá un coste de 13 millones de euros (2.100 millones de pesetas aproximadamente) y se financiará con fondos de la Unión Europea.