El hospital aún necesita unas cuantas reformas para ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos.

«No se ha puesto ni un ladrillo desde las transferencias. Sólo se han acabado las obras ya iniciadas, como el caso de Maternidad, con anterioridad. La situación es penosa». El testimonio responde a un facultativo del hospital Can Misses que lamenta la situación actual. La gerente de Can Misses, María Àngeles Leciñena, fue muy clara en una de sus comparecencias ante los medios de comunicación al manifestar que las obras pendientes eran una competencia del IB-Salut.

Los médicos consultados lamentan la falta de peso político de la gerente frente a la Conselleria de Salut del Govern: «La sensación que se tiene es que a Leciñena no se la respeta en Palma y el Govern tiene olvidado a Eivissa». En este paquete de obras pendientes figura nefrología y cirugía. En el caso de nefrología, la situación en diálisis obliga a realizar tres turnos diarios. El último acaba a la una de la madrugada para poder atender la demanda dada la falta de espacio.

Los dos nuevos quirófanos, que se sumarán a las cuatro existentes, son otras de las obras pendientes. El proyecto de ampliación de los quirófanos está aprobado, pero el inicio de las obras es una incógnita. Este diario trató infructuosamente de ponerse en contacto con el IB-Salut. Los médicos consultados reconocen que se han aumentado los recursos humanos, «pero eso ya se había planificado», precisan. El portavoz del Sindicato Médico, Ignacio Fernández, confirmó la existencia de este malestar en algunos servicios del hospital. «A los nefrólogos se les prometió que en un año se iba a arreglar diálisis», recordó Fernández.