Fue un acto contra la guerra. El cielo de Palma se vio ayer por la tarde surcado por unas cuantas palomas soltadas desde un domicilio particular de la calle Conquistador donde, en torno a la convocante, la artista Paca Iglesias, se reunió un grupo de adultos y niños para unirse a la corriente de protesta de muchos ciudadanos baleares. No a la guerra contra Irak.

«El arte y al vida no se pueden separar», decía ayer Iglesias. «Y la guerra va contra el arte y contra la vida», aseguraba.
También resultó significativo que Paca Iglesias viva en la calle Conquistador, justo frente al edificio del Parlament. Eso permitió que el fotógrafo captara la imagen de una paloma con el fondo de la institución política. Todo un símbolo del acto.

Fue una perfomance comprometida con una idea. «Que la guerra no se combate con la guerra», explicaba Iglesias, mientras aseguraba que el origen del conflicto era «únicamente económico» y no para liberar a un pueblo. «Yo tengo un hijo y como madre pienso en las madres que verán cómo sus hijos son enviados a esa matanza». Iglesias contó con la complicidad de sus amigos y conocidos. La noticia de que convertiría su balcón en un lugar para la paz corrió «por el boca a boca». Y también tuvo la ayuda de Joaquín Iglesias, que le prestó sus palomas mensajeras. Tras alzar el vuelo en Conquistador, regresaron a su casa.