Policía y Guardia Civil están siguiendo durante este invierno sus propias estrategias dentro de un plan coordinado para intentar reducir los índices de delincuencia que se estaban registrando en las Pitiüses al tiempo que se trabaja en materia de prevención. El Cuerpo Nacional de Policía ha endurecido su presión en sa Penya y ses Figueretes al tiempo que se ha extremado el celo en asuntos de extranjería para evitar la concentración de núcleos donde pueda aparecer focos potenciales de delincuencia. La Guardia Civil, por su parte, ha aumentado también espectacularmente el número de identificaciones y controles dentro de su territorio. Dicha vigilancia está corriendo a la par del mantenimiento de destacados dispositivos en las entradas y salidas de Evissa.

El resultado de todo ello es una sensible reducción en las últimas semanas de los robos en casas de campos y naves industriales con respecto a las cifras que se barajaban años anteriores, según confirmaron fuentes policiales. En este sentido, un papel importante lo están jugando las labores de patrullaje que se están llevando a cabo en distintos puntos que pueden ser objeto de la «visita» de los ladrones.

El refuerzo de la Unidad de Intervención en apoyo a la Comisaría también ha valido para ampliar el espectro de operatividad en la lucha contra el narcotráfico y las redes de inmigración que se está centrando en los barrios de sa Penya y ses Figueretes. El nuevo plan para sa Penya está suponiendo un nuevo 'cerco' a los clanes, mientras que en ses Figueretes los esfuerzos se están centrando en la inmigración clandestina, la prostitución y el control a los robos.