Si el balance de ventas que realicen dentro de dos semanas las seis librerías que participan en la primera Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que se celebra en Eivissa es positivo, posiblemente la isla pase a formar parte del calendario anual de citas de este tipo de eventos literarios. Valencia en el mes de marzo, Albacete en abril, Málaga en julio o la Feria de Recoletos de Madrid, que fue inaugurada el pasado viernes, son algunos de los puntos de encuentro a los que acuden coleccionistas, bibliófilos o simplemente cualquier persona con ganas de pasar un rato revolviendo y curioseando entre los miles de libros que se acumulan en los diferentes stands. «Con que cubramos los gastos bastaría para poder volver el año que viene si el Ayuntamiento de Eivissa sigue interesado», comentaba José Àngel Sanz, organizador y propietario de la librería valenciana que lleva su mismo nombre. Por parte del Consistorio, cuyo alcalde, Xico Tarrés, acudió ayer para inaugurar oficialmente la muestra, sí existe un interés en apoyar este tipo de acontecimientos. «Primero pensamos en hacerla coincidir con la Feria Medieval, pero al final la concejala de Cultura, Lurdes Costa, pensó que sería mejor hacerlo antes y que sirviese como anticipación», dijo Tarrés.

Muchos de los libreros resaltaban el cariño y el interés con que habían sido recibidos. «En teoría ayer montábamos y hoy empezábamos a vender, pero la gente estaba tan deseosa que se acercaban, preguntaban y por eso al final también empezamos a vender», explicó José Àngel Sanz.

«Hacía falta algo así aquí» o «¿Qué tenéis sobre Eivissa?», eran algunos de los comentarios y preguntas más escuchadas ayer en la Plaza del Parque, donde hasta el 11 de mayo permanecerá el muestrario de las librerías Arranca Thelma, de Madrid; José Àngel Sanz, de Valencia; Muñoz, de Barcelona; Cajón Desastre, de Ponferrada; Pariente, de Valladolid, y Biblos, de Málaga.

A primera hora de la mañana ya habían comprado una guía antigua sobre la isla, pero todavía se podían encontrar tesoros entre los libros antiguos, de segunda mano, restos de ediciones y volúmenes descatalogados. De mano en mano pasaban los facsímiles de colecciones antiguas de Jabato, El Capitán Trueno o El Guerrero del Antifaz, o la primera traducción que se hizo de 'Las mil y una noches', a cargo de Blasco Ibañez. Carmen, de la librería Pariente de Valladolid, comentaba que muchos compran tebeos, aunque también hay quien llega sabiendo muy bien lo que quiere. Estos profesionales también se encuentran a veces con el enfrentamiento de las librerías de las localidades que visitan. «Creen que somos competencia, pero en realidad podemos crear nuevos lectores que luego se quedan para ellos», decía Sanz. l Sara Yturriaga