El Grup d Estudis de la Naturalesa (GEN) pide al Consell que ordene la paralización de las obras de reforma integral de la casa pagesa de Can Sala, en Sant Agustí, que figura en el Inventario de Cases Pageses realizado en 2000, porque el inmueble está en peligro, así como unas antiguas pinturas del porche de «gran valor simbólico». Can Sala, según dice el GEN, es una de las pocas casas pageses que aún conservan este tipo de pinturas. Incluso éstas se mencionan en la obra «El diputat eivissenc Josep Ribas Ribas i el seu entorn històric».

El grupo ecologista recuerda que el Consell tiene la obligación, al amparo de la Llei de Patrimoni, de «preservar los valores culturales de un bien inmueble». Para ello, según la citada ley, el Consell podrá impedir cualquier obra o intervención en bienes del patrimonio histórico no declarados de interés cultural ni catalogados, como es el caso. «A este efecto, la institución requerirá del ayuntamiento correspondiente que adopte las medidas necesarias para la efectividad de la suspensión y, en el caso de que no lo haga, podrá adoptarlas subsidiariamente», recuerda el GEN.

El GEN denuncia que se ha retirado el techo de la casa y que a causa de las últimas lluvias los muros han sufrido una fuerte degradación. Además, el GEN alerta de que no se están empleando los materiales ni la técnica convenientes para una correcta restauración de una casa de gran valor etnológico e histórico como es Can Sala, puesto que se está utilizando cemento y se están encofrando las antiguas paredes de piedra. La ficha del Inventari correspondiente a este inmueble recomienda, dado «su gran interés», la posibilidad de que alguna institución lo comprase.

La Conselleria de Patrimoni, según denuncian los ecologistas, ha incumplido una vez más su obligación de proteger y velar por el patrimonio rural al no forzar la paralización de las obras. «Tal vez se deba a que el parejador es el diputado del PP y ex alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur».