MONICA GONZALEZ
El próximo curso escolar se aplicarán unos baremos algo distintos para la admisión de alumnos que accedan por primera vez al sistema escolar. La razón de los cambios que recoge el borrador del decreto de admisión de alumnos de centros docentes sostenidos con fondos públicos, que ha redactado la Conselleria d'Educació, es la obligatoria adaptación del mismo a la Ley Orgánica de Educación (LOE), que impone una serie de criterios prioritarios. El primero y más relevante de los cambios con respecto al decreto del año pasado se refiere a la exigencia de presentar la renta anual de la unidad familiar, en lugar de la renta per cápita de las familias, que introdujo la Conselleria del PP en el curso 2004-05. El director general de Planificació i Centres, Rafael Bosch, consideró que «este cambio no favorece a las familias con más hijos, ya que la renta familiar no tiene en cuenta el número de hijos, por lo que no lo habríamos introducido si no fuera una imposición de la ley».

La LOE contempla que sea Hacienda quien facilite los datos económicos a la administración educativa, una medida que ya aplica la Conselleria desde el curso 2005-06 para evitar el fraude en el proceso.

Una segunda novedad importante que recoge el borrador, también por estar contenida en la LOE como criterio básico, afecta a los hijos del personal docente y no docente de los centros educativos, que desde ahora tendrán una mayor preferencia a la hora de elegir centro. Así, según el borrador, se dará 4 puntos por tener a un progenitor trabajando en el centro y 7 puntos si tiene a los dos progenitores. En los últimos cursos, el decreto autonómico reservaba a los centros la posibilidad de conceder un punto, o fracción, por una «circunstancia relevante» entre las que figuraba ser el ser hijo de trabajador del centro. El resto de criterios se mantienen iguales.