La salida tuvo lugar en el IES Blancadona y se encauzaron hacía la rotonda de Can Sifre, a paso tranquilo, y sin ningún tipo de incidente. Una vez llegados al lugar del «gran agujero», tal y como lo denominan, tanto agentes de la Guardia Civil como la Policía Local dirigían el paso a los antiautopista entre las balizas de señalización y la calzada, ante la atenta mirada de los trabajadores de las obras, que permanecían allí de guardia.
Tras un invierno de 'lucha' contra los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado, los antiautopista comentaban asombrados el interés de la Guardia Civil «para protegernos de los vehículos», señalaba uno de los miembros de la Plataforma. Una vez en la rotonda de Can Sifre, donde hubo algún momento de retenciones por el paso de la marcha, el grupo se dirigió hacia la zona de Can Malalt para llegar después hasta el hipódromo, y si las fuerzas lo permitían hasta la carretera del aeropuerto. Entre los asistentes, el concejal Josep Marí Agustinet, la exconsellera Fanny Tur, y muchos de los afectados por las expropiaciones, que ayer pudieron rememorar los madrugones sufridos esperando la llegada de las máquinas. Desde la Plataforma se anunciaron nuevas marchas para comprobar también las obras de la autovía de Sant Antoni.
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