CONCHA ALCÀNTARA
La Federación de Padres y Madres de Alumnos de Eivissa (FAPA) ha pedido a la Conselleria d'Educació del Govern más información y asesoramiento sobre el plan de convivencia ante su entrada en vigor a partir del curso escolar 2007-2008. Cada centro educativo deberá elaborar su propio plan .

La comisión de convivencia que tendrá que elaborar el plan de convivencia ha de estar integrada por el director, un jefe de estudios, un representante de profesores, uno del equipo psicopedagógico, uno de padres y otro de alumnos. «De los miembros del consejo escolar habrá un grupo que haga la junta de convivencia. No hay ninguna partida presupuestaria y se tendrá que formar de alguna manera. Los profesores harán cursos de formación en los centros, pero para los padres no hay nada previsto, te guías con el sentido común pero hay cosas que se escapan porque no estamos formados», manifiesta el presidente de la FAPA, Toni Pomar.

En su opinión, sería conveniente que la Conselleria d'Educació del Govern destinara un espacio con profesionales para que pudieran orientar. «Se ha pedido al Observatorio de la Convivencia y parece que harán algo», apuntó.

La comisión de expertos que integra el Observatorio de la Convivencia mantuvo una reunión con los responsables de losa equipos directivos de los centros de primaria y secundaria de las Pitiüses para informar del decreto de calidad de la convivencia escolar y los planes que entran en vigor a partir del próximo curso escolar, pero con los padres no ha habido ningún encuentro. «No hemos tenido ninguna reunión. Ya que venían a Eivissa podían haberse reunido con los padres», señaló.

Los padres, no obstante, creen que el plan de convivencia está bien «pero hay que formar a los profesores, padres y alumnos; a los profesores está previsto pero no para padres y alumnos», subraya Pomar.

La FAPA se reunió recientemente en Eivissa donde abordó esta cuestión y días después se trasladó este asunto a la confederación de padres de alumnos de Balears.

El plan de convivencia escolar es una herramienta de trabajo que tiene como objetivos promover y desarrollar medidas y recursos para el fomento de la convivencia en los centros; facilitar la prevención de conductas contrarias a la convivencia escolar y a la resolución de situaciones c conflictivas e indicar los mecanismos de relación y coordinación entre la comunidad educativa y la administración.