En un lugar como Eivissa, durante los meses de verano la vida se divide en dos. Por una parte, los trabajadores luchan diariamente contra el estrés perpetuo que puebla su temporada, y por otro, los turistas que vienen de vacaciones sólo quieren relajarse y pasárselo bien.

Susana pertenece al primer grupo, ella trabaja en el restaurante Ancient People, de la Avenida España y asegura que durante estos meses está muy estresada. «Como ciudadana estoy deseando que llegue Octubre, pero claro, como trabajadora me gustaría que este verano se alargara un poco más», asegura.

Y es que a pesar de que le cuesta conciliar la vida laboral con la social durante estos meses, comenta que aprovecha la época de invierno para viajar y descansar.

Añade que lleva tiempo sin pisar la playa y le cuesta encontrar tiempo para desconectar: «Duermo de día y trabajo toda la noche», comenta Susana.

Por otra parte, está el grupo de amigos de la imagen superior. Vinieron desde Cuenca el pasado viernes y se lo han pasado en grande. Todos aseguran que volverán y alguno de ellos lo hará el próximo septiembre, para acudir a los cierres de las discotecas.

Aseguran que estas vacaciones han sido lo mejor del verano y probablemente del año. Eivissa ha superado sus mejores expectativas y relatan todo tipo de anécdotas divertidas de su visita a la pitiusa mayor. «Hemos ido a Amnesia, Space y Pachá y la marcha de aquí es incomparable. No queremos volver a Cuenca», aseguran.

Lo único que critican es la falta de transporte de la isla. Alquilaron una moto porque en todas las empresas de alquiler les dijeron que no disponían de vehículos durante el mes de agosto. «Sabemos que hay mucha gente que se queja de la falta de taxis, pero sinceramente, nosotros sólo hemos tenido que esperar diez minutos, hemos tenido mucha suerte», comenta David.

No todos han visitado las playas, pero los que lo han hecho afirman que son «preciosas». En general, su visita ha valido la pena. Se han divertido y relajado.L.T.