B. ROSELLÓ La consellera balear d'Afers Socials, Promoció i Immigració, Fina Santiago, visitó ayer la residencia para discapacitada y enfermos mentales de Sant Jordi y anunció que restan nueve meses para que finalicen las obras de la nueva infraestructura, que consta de dos módulos, uno para personas enfermas mentales y otro para discapacitados psíquicos. Tanto Santiago como la consellera insular de Benestar Social, Patricia Abascal, apuntaron que esta infraestructura es una de las que tiene mayor prioridad por la falta de medios que existen en Eivissa.

En cuanto a la gestión, tanto la consellera balear como la insular apuntaron que la gestión de la residencia de Sant Jordi será publicar aunque el Consell d'Eivissa se reservará un número de plazas determinadas para que puedan ser destinadas a los casos más graves y no puedan esperar la valoración del diagnóstico del paciente. En este sentido, Santiago y Abascal indicaron que a partir de ahora la gestión tanto de las residencias como de los centros de días será pública.

Por otro lado, Abascal también anunció que el centro de día de Can Blai, en Santa Eulària, empezará a funcionar a partir del próximo mes: «Estamos trabajando para solucionar el transporte y sea la Cruz Roja quien se encargue del traslado de los usuarios». En cuanto al personal, Abascal indicó que ya se está realizando la elección mientras que la encargada del centro será la actual coordinadora de Cas Serres, Marga Ferrer, que en un futuro también se encargará del centro de día que se está construyendo en Sant Antoni.

La consellera Fina Santiago también visitó ayer la residencia para enfermos de alzheimer den Sant Antoni que cuenta con una inversión de 10 millones de euros y supondrá la habilitación de 94 plazas residenciales y 20 de centro de día y que se convierte en unas de las prioridades por la falta de infraestructuras.

En relación a la previsión de nuevas infraestructuras en Eivissa, Santiago señaló que, en principio, la cobertura de las residencias está solucionado «y lo que nos preocupa son las estancias diurnas y la ayuda domiciliaria, que serán nuestro objetivo a partir del 2009 con la ley de dependencia». Desde el Govern balear apuntan que para hacer frente a la implantación de la ley de dependencias de ha pensado en utilizar los fondos europeos para formar al colectivo de jóvenes, mujeres e inmigrantes para que se pueda desarrollar esta normativa obligatoria y que tanto en Eivissa, Formentera y Menorca hay problemas de personal para cubrir las necesidades que se establecen en la ley de dependencia.