Un minuto de silencio por el atroz asesinato del guardia civil perpetrado el fin de semana fue el triste preámbulo en Sant Francesc de la jornada que celebraba el patrón. De ahí en adelante, sin embargo, todo fue fiesta, con unas temperaturas primaverales en los actos de día, y un poco más destempladas cuando el sol se puso. Las ceremonias religiosas, con la imagen del santo patrón siendo portada por los feligreses y el estandarte por el presidente del Consell de la isla, Jaume Ferrer, flanqueado por el diputado José Ramón Mateos y el parlamentario autonómico Pep Mayans, dio paso a la exhibición de ball pagès y a un aperitivo en el que una frita de polp fue protagonista indiscutible. Los vecinos, arreglados para la ocasión, como también manda la tradición, charlaban animadamente bajo los rayos de sol que convertían la otoñal atmósfera en primaveral, que hacían que la torrada fuera aún más placentera cuando el hambre comenzaba a hacer acto de presencia. También hubo tiempo de inauguraciones (ver más abajo) y buena música. Por la tarde estaba ya todo listo para que el grupo estandarte de la isla, Aires Formenterencs, pusiera ritmo al día de fiesta con un concierto en la plaza del pueblo en el que también destacaba La Banda Puig. Hasta la localidad se desplazaron, además, vecinos del resto de la isla para sumarse a amigos y familiares, que celebraron con gusto que todo el mundo disfrutara de su día.