GUILLERMO ROMANÍ El conseller de Transports de Formentera, Josep Mayans, anunció ayer que el Consell «estudia la posibilidad de crear una naviera para paliar el déficit o bien llegar a un acuerdo con alguna que opere entre islas o entre península y Formentera a fin de crear una sociedad de la que el Consell tendría el 51% de participación para garantizar el buen funcionamiento de la misma». Mayans explicó con minuciosidad las diferencias en el coste del transporte dependiendo del origen y del destino, que demuestra la desventaja de Formentera respecto a otros lugares.

También expuso que las cancelaciones de trayectos habían provocado repetidas quejas entre los usuarios y que por tal motivo se habían dirigido al Govern y a la Direcció General de Transports para tratar el problema y que en la reunión mantenida el martes se decidió que «Formentera sufre un perjuicio económico y deja a las empresas de la isla en desventaja competitiva muy importante respecto al resto de las empresas de Balears y el Consell considera desde ya la posibilidad de crear una naviera propia que garantice que las mercancías que llegan a la isla de Formentera lo hagan con los mismos precios que se pagan en las otras islas del archipiélago balear».

También lamentó que pese a que la legislación lo permite, entre las líneas declaradas de interés público no figura ninguna que una Formentera con la península, cuando en materia de mercancías rodadas sí debería intervenirse y solicitarse el interés público de la línea entre Dènia y Formentera ya que no hay unas frecuencias establecidas y la operatividad se limita a pocos meses. Sobre el solapamientos de viajes entre las dos navieras que operan entre Formentera y Eivissa, Mayans reconoció que tienen absoluta libertad para poner los horarios que quieran. Sólo hay dos viajes que no pueden dejarse de hacer: el de las seis de la mañana entre Formentera y Eivissa cuando ha sido concertado el día anterior, el servicio a la demanda, y el viaje entre Eivissa y Formentera, fijo, a las nueve y media de la noche. Pese a todo, el día de Navidad no se cubrió y el 1 de enero, por las presiones institucionales, sí se cubrió pese a que en las taquillas de venta de billetes, cerradas, sólo se informaba de un único viaje a mediodía «y más de veinte personas lo utilizaron cuando podrían haber sido muchas más de haber informado la navciera de forma correcta de acuerdo con su contrato con la administración».