El mundo mágico de la escuela de magia y hechicería Hogwarts llegó ayer a la carpa de festejos de Sant Antoni de la mano de la escuela de tiempo libre S'Espurna. En total, ocho monitores ayudaron a los más pequeños a convertirse en auténticos aprendices del archiconocido mago Harry Potter. «Queríamos hacer una escuela de magia y hemos pensado que el reclamo perfecto para atraer a los más pequeños y que se lo pasen muy bien era traer la escuela de Harry Potter hasta aquí», comentó Irene Marí, coordinadora de S'Espurna. Durante más de dos horas, los más pequeños pudieron participar en diferentes talleres en los que experimentaron en primera persona cuál es la preparación para ser mago. Así, se podían distinguir cuatro talleres: experimentación, ilusión óptica, trucos de magia y elaboración de pócimas. Una de las ilusiones ópticas que más gustó a los pequeños fue la de un gusano que salía de una manzana: «Son dos imágenes unidas por una cuerda; en una de ellas hay una manzana y en la otra un gusano, de manera que girando rápido las dos imágenes se puede ver cómo el gusano sale de la manzana», comentó Irene. Dentro del mundo de los trucos de magia, los de cartas captaron la atención de los muchachos, mientras que el que más les sorprendió fue el de hacer desaparecer una moneda en un cono de cartulina que ellos mismos fabricaron. La actividad estaba dirigida a niños de hasta 12 años.

· M. J. Real