Había jóvenes de Sant Josep, Sant Jordi y hasta de Sant Agustí que disfrutaron de una mañana primaveral participando en la gimcana que se había organizado dentro del programa de fiestas del pueblo de Sant Jordi. Los soportales de la iglesia de este pueblo se convirtió ayer en el patio de un centro escolar, ya que éste fue el lugar elegido para que los más jóvenes pudieran jugar y divertirse sin tener que soportar el duro sol que ayer lucía.

Los más de 80 niños divididos por equipos tenían unos cuadernos de grupo con pruebas escritas. Sopas de letras o encontrar las diferencias eran algunas de las pruebas que debían ir superando. Tras hacer estos juegos escritos los niños pasaron por las diferentes pruebas en las que consistía la gimcana. Había ejercicios de destreza, de habilidad y de puntería hasta un total de 9 pruebas. A medida que las iban superando, siempre supervisados por los monitores, se dirigían al panel central para poder pasar a la siguiente prueba.

Durante todo la mañana ejercitaron con estos juegos cuerpo y mente. Sobre las 13,00 horas ya exhaustos se juntaron todos los pequeños en el soportal de la iglesia para ir pasando uno por uno a por un pequeño refresco y un dulce para reponer las energías perdidas. Llegaba el momento de la despedida, pero antes la entrega de uno pocos regalos divertidos, uno de ellos al más vago de toda la gimcana. Todos los niños aprendieron que en este tipo de juegos lo más importante no es ganar, sino participar. Natalia Salazar