SAMUEL PARRA

Cuando se dieron a conocer hace unos días las cifras de matriculación de vehículos del primer trimestre del año, los datos no hicieron más que confirmar que había que encender las luces rojas de alerta en un sector considerado como uno de los termómetros más fiables de la marcha de la economía y de la inversión de los particulares. Pero la situación no llega a extremos críticos y para el presidente de los concesionarios pitiusos «se aprecia una pequeña luz verde de esperanza».

-El primer trimestre del año acabó con una caída de ventas del 27 por ciento, un resultado pésimo que habrá generado inquietud en el sector.

_Efectivamente, es una bajada muy importante. Hace más de 15 años que no teníamos una caída tan abultada si bien el primer trimestre nunca ha sido muy significativo de cara al resultado del año, aunque supone un inicio muy negativo. A la hora de valorar los datos de matriculación hasta marzo debemos ser prudentes. No seamos demasiado pesimistas, porque estamos viendo signos de que a corto y medio plazo podría darse una recuperación.

_¿Qué datos maneja para apuntar a que se puede corregir la situación cuando se están encendiendo todas las alarmas por el inicio de una etapa de crisis en el conjunto de la economía?

_La caída de la matriculación de turismos da una idea de que la economía de los particulares está empezando resentirse o, al menos, están surgiendo dudas sobre el futuro. También resulta muy significativo que la compra de vehículos comerciales haya caído más que la media, hasta el 40 por ciento. Eso sí que es importante, porque significa que las empresas no están haciendo tanto negocio. Pero a pesar de estos datos, hemos comprobado cómo en abril ha aumentado el tráfico de exposición y las peticiones de información en los concesionarios, lo que nos hace pensar que hay un mayor optimismo.

_¿Sólo con el paso por las salas de exposición se puede prever ya una mejora del mercado?

_Existen otros síntomas. Por ejemplo, si comparamos los resultados entre febrero y marzo, hay alguna mejora, la caída no es tan pronunciada. Además, las previsiones para la temporada apuntan a que puede ser igual o ligeramente mejor que la anterior lo que, unido a la desestacionalización que se está logrando en algunas zonas como Talamanca, puede hacer que personas con contratos temporales pasen a ser indefinidos, lo que siempre da más confianza para hacer compras de cierta importancia. Confiamos que el segundo semestre del año mejore la situación.

_¿Y cuando se podrá saber si se produce o no esa recuperación?

_En el segundo trimestre del año ya se podrá hacer una valoración más fiable. Eso sí, que se reduzca la caída de las ventas hasta igualar al año pasado es casi imposible. Hay que ser realistas y reconocer que, antes de empezar el año, habíamos previsto un aumento de entre el 3 y el 4 por ciento en las matriculaciones y ahora es más fácil cerrar el año con una caída de entre el 7 o el 10 por ciento.

_Además de la ralentización de la economía, ¿qué responsabilidad pueden tener en esta situación la desaparición del Plan Prever o el cambio en el impuesto de matriculación?

_El rumor a finales de año de que se iba a aplicar un impuesto de matriculación mayor para los coches más contaminantes o la retirada del plan Prever hizo que se matricularan muchos coches. Pero también hay otros factores que pueden haber tenido su peso en la bajada tan abultada. Las compras para flotas de rent a car fueron bastante elevadas el pasado año, especialmente en los segmentos de las pequeñas y medianas empresas, que son las que compran aquí. Estas empresas suelen mantener los coches unos dos años, así que este ejercicio no adquirirán muchas unidades. Por otro lado, con las elecciones, la gente parecía estar un poco a la expectativa, a ver si había o no grandes cambios.

_Entonces, ¿retirar la bonificación del Plan Prever no ha supuesto un problema? ¿Debería recuperarse?

_Bueno, en los primeros años de aplicación se consiguió retirar del mercado una gran cantidad de coches de 14 o 15 años de antigüedad, con la influencia que esto puede tener en la seguridad en las carreteras. Además, cuando se dice que se da un dinero por entregar el coche, realmente el Estado nunca ha pagado más de lo que después puede ingresar por otros conceptos como la matriculación, así que si se recortan las ventas es una fuente de ingresos para el estado que se reduce.

_En otros sectores se reclama la equiparación de la situación de Balears con la de Canarias por la insularidad. ¿Piden una reducción de los impuestos de matriculación igual a la canaria?

_Nos parecería bien que se produjera una equiparación de los impuestos, pero siempre con medidas para evitar que la venta aquí se convirtiera en un trampolín para exportar los coches a la Península. Debería ser una fórmula que sólo se aplicara a los residentes y ofreciendo ciertas garantías de que no servirá para hacer negocio.

Al hilo de esto, en materia de impuestos sí que habría que hacer alguna otra reforma. No somos contrarios a que las grandes cadenas de alquiler de coches compren en la Península, pero si esos coches los traen luego en verano y los tienen rodando y ocupando espacio por las islas, no es justo que eso no repercuta aquí. Debería establecerse una parte proporcional de los impuestos que pagan para que fuera entregada a los Consells o los Ayuntamientos para hacer mejoras en las carreteras o en el medio ambiente.