on la simpatía que caracteriza a este actor y humorista argentino, Pepe Garamendy presentó ayer en la sede del Fons Pitiús de Cooperació, organismo que organiza esta actuación, su espectáculo ¡Inmigrandes! El estreno tendrá lugar primero en Formentera que será esta noche a las 21,00 horas en la sala municipal de cultura (Cinema) y mañana será en Eivissa en el espacio cultural Can Ventosa a las 20,00 horas. El Fons Pitiús trae a este cómico dentro de la campaña que está llevando a cabo este organismo para concienciar acerca del fenómeno de la inmigración y qué mejor que hacerlo a través del teatro y con la risa como motor de cambio.

¡Inmigrandes! se vale únicamente de la palabra mordaz y sugerente del actor para hacer una crítica a la sociedad española que acoge la nueva inmigración. «Cuando hablo de españoles, me incluyo. Este espéctáculo no está contado desde el punto de vista del inmigrante que fuí hace 32 años. Está contado desde el ciudadano español que soy ahora». Este argentino lleva viviendo en España desde el año 1975 y ha visto en primera persona los movimientos y cambios que ha sufrido la inmigración en este país. Pero también rechaza mencionar la época en la que los españoles fueron inmigrantes, ya que para él «esa época fue hace mucho tiempo y el mundo y las circustancias han cambiado», explica sobre este tema.

En el monólogo se hace una radiografía en clave de humor sobre la sociedad y los cambios que ha habido en España con llegada de más inmigrantes. Para Garamendy los españoles no son racistas, pero sí «somos unos intolerantes en las pequeñas cosas, en el día a día. Y nos escándaliza ver a un ecuatoriano, por ejmplo, borracho. No, si en España no sabíamos qué era el alcohol hasta que llegarón los de fuera», afirma con ironía.

Se trata de una hora y media de revulsivo sobre lo que somos y cómo nos comportamos con los diferentes, es una actuación llena de «crítica e ironía desde el punto de vista de nosotros, desde los que nos van bien, desde los que acogemos», explicó. Es un monólogo en el que la improvisación y la interacción con el público tienen sus momentos estrellas. Aunque no pretende herir con sus palabras reconoce que en alguna ocasión alguien se ha sentido ofendido. Y es que la crítica, aunque sea de manera cómica, a nadie deja indiferente.

Natalia Salazar

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