Unos 2.000 pacientes al año son derivados en las Pitiüses desde la sanidad pública a la privada gracias a los diferentes convenios de colaboración entre el Ib-Salut y la Policlínica. Así lo apuntaron ayer fuentes del centro privado que señalaron que algunos de los servicios cubiertos son neurocirugía, UCI, resonancias, hemodinámica y la cámara hiperbárica, así como convenios para reducir las listas de espera o para cubrir la falta de camas en Can Misses.