Los ciudadanos que emplean el servicio sanitario público de las Islas Balears dejarán de usar las tradicionales recetas de papel porque serán suplantadas antes de que concluya 2008 por la «receta electrónica» para adquirir en las farmacias los medicamentos prescritos por el médico.

La Conselleria de Salut i Consum del Govern balear y el Colegio Oficial de Farmacéuticos han iniciado esta semana la implantación progresiva de este servicio en Mallorca, después de que haya concluido de manera satisfactoria el proyecto piloto realizado a lo largo del último año en Eivissa y Formentera. De hecho en el área de Salud de las Pitiüses, el funcionamiento de este servicio está consolidado y, en concreto, se aplica en los cinco centros de salud existentes y en las 43 oficinas de farmacia que hay, con un nivel de aceptación «muy alto», según destaca la Conselleria de Salut.

Simplemente con su tarjeta sanitaria individual, los pacientes acudirán a su farmacia, desde donde se accederá a su historia farmacoterapéutica, se leerá el tratamiento que necesita, la duración del mismo y se le dispensará.

De este modo, de manera especial las personas mayores y los enfermos crónicos que precisan de atención farmacológica continuada, no necesitarán regresar a su centro de salud para «renovar» las tradicionales recetas de papel cada vez que haya concluido la ingesta de sus dosis de medicamentos.

Todos los ciudadanos de Balears que tengan tarjeta sanitaria individual -en las islas se cifran en la actualidad en 1.066.572- tendrán derecho a esta prestación y será el médico de familia o el pediatra del centro de salud quienes les activen este servicio.

La implantación total de la «tarjeta electrónica» se realizará y concluirá este año en los 52 centros de salud de las Islas Balears, en los 7 hospitales públicos y en 407 oficinas de farmacia privadas.