Los datos referentes a la siniestralidad laboral en las Pitiüses durante el pasado año reflejan una tendencia contradictoria por la que, mientras se consiguió acabar el año sin que se produjera ningún fallecimiento de trabajadores en el desempeño de su trabajo, los incidentes que finalizaron con heridos graves o muy graves se multiplicaron por dos respecto a 2006, según se desprende del Informe del Mercado de Trabajo de 2007 elaborado por la Conselleria de Treball del Govern y presentado esta semana.

El recuento de siniestros no leves refleja que hace dos años se acabó el ejercicio con dos fallecidos mientras realizaban su trabajo (uno en cada isla), mientras que en 2007 no se produjo ninguna víctima mortal. Este buen dato queda empañado al contrastar los registros de accidentes del tipo 'grave' y 'muy grave'.

Mientras hace dos ejercicios se contabilizaron 12 heridos del primer tipo (uno de ellos en Formentera), el pasado año hubo tres heridos graves en la Pitiüsa menor y 18 en Eivissa. En esta última isla también hubo dos personas que sufrieron lesiones muy graves durante el desempeño de su empleo.

En conjunto, el pasado año la siniestralidad cayó un 5,2 por ciento al pasar de 3.411 accidentes laborales a 3.233. A pesar de esta reducción, los índices se mantienen muy por encima de los registrados en 2005, cuando se contabilizaron 2.873 incidentes.

La distribución del número de accidentes por sectores obedece a la lógica de un mercado laboral en el que el sector servicios tiene el mayor peso. En total, el terciario supuso 1.945 accidentes, un 60 por ciento del total, de los cuales nueve fueron graves y uno muy grave.

La construcción fue el segundo sector por número de siniestros (998 incidentes, 92 menos que 12 meses antes) pero registró igual cifra de accidentes graves que las empresas de actividad industrial (que cerraron el ejercicio con 254 siniestros). Mientras las obras se cobraron 5 heridos graves y uno muy grave, en las naves industriales hubo siete heridos graves.

El análisis de los datos refleja que casi el 60 por ciento de los siniestros tuvo como protagonistas a trabajadores con un contrato temporal. El escaso nivel de trabajo estable en las constructoras y similares se pone de relieve en esta estadística ya que la proporción de accidentes sufridos por operarios temporales se eleva hasta el 80 por ciento (799 de 898).

En sentido contrario se comporta el sector servicios, donde la proporción se acerca más al reparto al 50 por ciento. En concreto, el número de siniestros sufridos por personal con contrato eventual se situó en el 50,23 por ciento, con una cifra total de 977 incidentes por 968 de los trabajadores con contratos fijos.

Los datos cotejados por la Conselleria de Treball del Govern incluyen también una diferenciación por tamaño de la empresa, si bien sólo usan dos tramos en el que la barrera son los 25 empleados. En el campo de las pymes (aunque sería una definición poco ortodoxa), se registraron 1.515 accidentes, un 46,8 por ciento del total.

Por último, la estadística refleja un gran desequilibrio en el número de accidentes sufridos por los hombres en relación con las mujeres.

El personal masculino de las empresas sufrió 2.419 accidentes por 814 del femenino. Además, las mujeres sólo sufrieron heridas graves en dos ocasiones y ninguno de los siniestros en que estuvieron relacionadas fue evaluado como muy grave.

La recopilación de las estadísticas laborales recoge que tres cuartas partes del total de los accidentes (independientemente de su gravedad) se pueden agrupar en cinco categorías.

La primera de ellas, más una dolencia que un accidente, son los esfuerzos excesivos que se traducen en problemas musculares y óseos. En conjunto, suponen cerca de un tercio del total de incidencias y tienen una especial relevancia en el sector servicios.

El segundo y tercer grupo se corresponden con algún tipo de aplastamiento, bien sea fruto de una caída o bien por un choque contra un objeto. Entre ambas suponen cerca de uno de cada cuatro casos registrados.

En cuarto lugar figuran los cortes de todo tipo, con un 6,7 por ciento del total, mientras que el impacto de objetos que caen supone un seis por ciento de los accidentes.

El índice de incidencia de los accidentes se situó en Eivissa en 90,6 por cada millar de afiliados a la Seguridad Social, un resultado que supone un recorte de ocho puntos respecto al ejercicio precedente, aunque sigue siendo una tasa elevada respecto a la media nacional.

En el caso de Formentera, el indicador se sitúa en los 46,9 siniestros, una caída muy importante respecto a 2006 ya que supone rebajar la incidencia en 23 puntos.

El cómputo realizado por el Govern refleja cómo el lunes es el día más peligroso para trabajar ya que acumula el 22 por ciento del total de siniestros, o lo que es lo mismo, 707 siniestros, 144 más que el martes, segundo día con más incidentes.

La siniestralidad va descendiendo conforme avanza la semana hasta el jueves (532 accidentes) y sufre un leve repunte el viernes (536 partes). Sábado y domingo las cifras caen a menos de la mitad, hasta los 265 y 142 incidentes respectivamente.